Sin embargo, la jugada tuvo éxito: la instalación se conectó a la red dos días antes de que se cumpliera el plazo establecido por el decreto, tres meses antes de la fecha de finalización original.
Numerosos fabricantes aceptaron la drástica reducción en los tiempos de producción, entre los que se encontraba ABB con la implicación de las fábricas de Marostica (298 combinadores), Frosinone (interruptores automáticos en caja moldeada TMax T8 de 2500 A), S. Palomba (interruptores automáticos modulares S200 y equipos modulares para guía DIN, como relés, contactores y temporizadores) y Garbagnate Monastero, para el montaje de cuadros eléctricos.
Esta colaboración para resolver una situación extremadamente delicada consolidó la relación entre Solarys y ABB, que se ha convertido en una referencia directa para todos los nuevos proyectos, incluso en el extranjero. La lección extraída de la experiencia es no ceder a la tentación de las oportunidades que son aparentemente ventajosas en términos de precio pero que no tienen en cuenta valores incluso más importantes, como el tiempo y el esfuerzo invertidos por el personal de ventas, la fiabilidad, flexibilidad y velocidad de reacción de ABB y la capacidad de los componentes del cliente.