La tecnología de ABB llevará a la cima de los Alpes bávaros a los pasajeros del recientemente inaugurado teleférico de la Zugspitze.
Las largas colas de espera para ascender por la mayor montaña de Alemania pueden pasar a la historia. Y eso no es lo único que está haciendo historia en el nuevo sistema para teleféricos impulsados por ABB, el mismo que se inauguró con capacidad para transportar hasta 580 pasajeros por hora hasta la Zugspitze, la cima de los Alpes bávaros, la más alta de Alemania.
El teleférico bate tres récords mundiales de los sistemas teleféricos pendulares o colgantes: a 127 metros, su columna de acero es la más elevada; gracias a sus 1.950 metros, supera la mayor diferencia de altura y, por su recorrido total de 3.213 metros desde la estación base hasta la cima, abarca la máxima distancia.
El sistema sustituyó el teleférico Eibsee de 50 años de antigüedad y contribuirá a reducir los largos tiempos de espera del Eibsee al transportar casi el triple de pasajeros por hora.
Conseguir que este nuevo e inigualable teleférico fuera factible para su operador, Bayerische Zugspitzbahn Bergbahn AG, fue posible gracias a varias tecnologías innovadoras de ABB, que cuenta con amplia experiencia en la resolución de problemas de transporte en los Alpes.
«En Suiza, la mayoría de teleféricos y telesillas llevan motores y convertidores ABB», comenta Hans-Georg Krabbe, presidente del Consejo de ABB AG, Alemania. «También estamos encantados de poder participar en este singular proyecto en Alemania».
Potente diseño bimotor
Las exigencias impuestas por Bayerische Zugspitzbahn de un funcionamiento sin problemas y disponibilidad resultaron especialmente difíciles, al ser necesario un sistema capaz de funcionar los 365 días al año, con independencia del viento o tiempo que hiciera. En este entorno, el transporte por aire seguro y cómodo depende de la perfecta interacción de los motores, los convertidores y los elementos mecánicos.
Llevar las góndolas hasta esas largas distancias, con pendientes tan pronunciadas de hasta el 104% (unos 46°) y a una velocidad de 10,6 metros por segundo exige una potencia importante, que suministran dos motores trifásicos de CA de 800 kW de ABB alojados en la estación del valle del teleférico.
Legado alpino de ABB
Desde finales del siglo XIX, ABB mantiene su reputación en materia de transporte seguro, fiable y eficiente en la región alpina.
En el caso del famoso ferrocarril de la Jungfrau, un ferrocarril de cremallera de 9 kilómetros que comenzó a funcionar en 1912, ABB se ocupó de la electrificación que posibilitó la ruta. Actualmente, las tecnologías de ABB siguen ocupándose de que el ferrocarril de la Jungfrau transporte con seguridad a más de un millón de pasajeros al año (incluso con nevadas copiosas) hasta la Jungfraujoch, situada a 3.454 metros por encima del nivel del mar, la estación ferroviaria más alta del mundo.
Y el funicular más empinado del mundo comenzó a funcionar recientemente en Stoos, en los Alpes suizos, una ruta de 1,7 kilómetros cuyos dos teleféricos con capacidad para 136 pasajeros son accionados por motores eléctricos sumamente eficientes diseñados y fabricados por ABB. La empresa también suministró otros componentes fundamentales para el sistema.
«Actualmente se trata de lograr avances en eficiencia energética», afirma Ueli Spinner, Head of Sales, Key Accounts & Service de ABB AG, Suiza. «En lo que respecta a asistencia, mantenimiento y servicio, somos también los socios preferentes de los operadores de teleféricos».
Revisa el video aquí