El funicular más inclinado del mundo asciende 1 700 metros desde la estación base de Schlattli, en el cantón suizo de Schwyz, hasta la estación de esquí sin tráfico del pequeño pueblo alpino de Stoos. A diferencia de los teleféricos aéreos, en los que los pasajeros oscilan elevados varios metros sobre el suelo, la cabina del funicular se mueven sobre vías. En los últimos dos años, el funicular ascendió la montaña nada menos que 30.000 veces, impulsado por ABB.
El funicular Stoosbahn comenzó a funcionar a finales de 2017, sustituyendo a su predecesor construido en 1933. Atraviesa tres túneles y cruza dos puentes durante su recorrido. El extremo perfil longitudinal de la ruta tiene pendientes de hasta el 110 por ciento (47,7 grados), convirtiendo en un auténtico desafío conseguir que el funicular avance sin sobresaltos. ABB llevó a cabo la proeza usando motores de accionamiento a medida, sistemas de accionamiento mecánicos y un cable. El accionamiento principal está integrado por dos motores de baja tensión diseñados especialmente para ello que funciona cada uno a una potencia nominal de 1,2 MW conectados a dos convertidores de frecuencia CA de ahorro energético que garantizan un control continuo de la velocidad. La potencia total, 2,4 MW, es comparable a la que se necesita para impulsar 250 escaleras mecánicas de forma simultánea.