La mejor forma de aplicar una política de reciclaje o conservación del agua será una combinación de una buena gestión de los actuales sistemas de agua, la reutilización directa del agua para misiones de menor calificación, cuando sea posible, y la introducción de tecnologías adecuadas para el reciclaje. Este proceso debe apoyarse en una metodología sólida y consistente que pueda predecir el efecto de los cambios sobre la calidad del agua en cualquier punto de la red. Es esencial confiar en que la disminución del consumo de agua no influya negativamente en el proceso o las operaciones de suministro por corrosión, formación de escamas, crecimiento microbiológico o acumulación de contaminantes traza, no dé lugar a infracciones por los vertidos de la planta y no suponga costes excesivos.
¿Será económicamente viable?
Además del coste del agua, otros factores suelen decidir la viabilidad de los proyectos de reutilización y reciclaje:
- Mayor disponibilidad de agua para futuras ampliaciones de la planta.
- Reducción de los costes de evacuación de aguas residuales y posibilidad de recuperación de productos y materias primas.
- Cumplimiento fiable de las autorizaciones de vertidos.
- Simplificación de la tecnología de tratamiento de las aguas residuales.
- Mayor capacidad de la planta de tratamiento de aguas residuales para permitir unos tiempos mayores de permanencia y una mayor estabilidad de operación.
- Reducción del capital necesario para la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales a causa de la menor cantidad producida.
- Mejora de la imagen de la empresa.
- Prolongación de los permisos de explotación de la planta, etc.
Algunos ejemplos reales pueden mostrar las ventajas de la reutilización y el reciclaje del agua.
Ejemplos reales
Cada vez hay más ejemplos de mejora del consumo de agua:
- Compañías eléctricas que sólo utilizan aguas residuales sometidas a tratamiento terciario como complemento.
- Grandes plantas químicas y complejos industriales que reciben únicamente aguas residuales con tratamiento terciario para todas sus funciones.
- Industrias papeleras que han reducido el consumo de agua en un factor de más de 20 a lo largo de los últimos 30 años.
- Plantas de productos químicos puros que han reducido su consumo neto de agua en más de un 60 por ciento.
- Industrias cerveceras que en conjunto han rebajado su consumo específico de agua en más de un 30 por ciento mediante medidas de eficiencia.
Usualmente los determinantes de estas mejoras han sido la amenaza de escasez local de agua, la presión de las propias industrias para adquirir una imagen de responsabilidad y preocupación por el
medio ambiente y, quizá lo más importante, el simple beneficio económico.
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