Historia de Niessen

1914

Guillermo Niessen y la fundación

A principios del siglo XX, el empresario de origen alemán Guillermo Niessen era un próspero comerciante de vinos en la ciudad de Burdeos. Pero en 1914, al estallar la I Guerra Mundial, decidió liquidar sus negocios y abandonó Francia junto con su mujer Juana Schmidt y sus tres pequeñas hijas Gertrudis, Edith y Marta, estableciéndose poco después en Rentería. Gracias a su espíritu pionero y al apoyo de otros ingenieros alemanes que también residían en la villa, el 1 de noviembre de ese mismo año fundó la empresa “Fábrica Electrotécnica

Guillermo Niessen”, dedicada a la fabricación de piezas de material eléctrico. Era este un sector en plena expansión debido a la progresiva electrificación que estaban experimentando en aquella época miles de industrias y hogares. Ello contribuyó a la rápida consolidación de la empresa, que en apenas tres años pasó de estar situada en un local alquilado frente a la estación del tren de cercanías llamado “Topo”, a contar con un nuevo pabellón edificado en 1918 en terrenos de la marisma de Zubitxo, en lo que luego sería el centro urbano de la villa.

1926

NIESSEN, pioneros en la “Pequeña Manchester”

La fábrica Niessen pronto se convirtió en una de las industrias más activas y prósperas de Rentería. La villa guipuzcoana era conocida desde finales del siglo XIX como la “pequeña Manchester” a causa del abigarrado perfil de chimeneas y factorías, semejante al de la populosa ciudad británica. Lo cierto es que la localidad era entonces uno de los principales núcleos productivos de la provincia y del País Vasco.
Además de Niessen, el municipio

albergaba fábricas tan importantes como “La Ibérica de Galletas Olivet”, “Papelera Vasco-Belga”, “Fabril Lanera”, “Fábrica de Achicorias”, “Fábrica de Yute”, así como otras muchas pequeñas empresas manufactureras. Para cubrir la demanda de mano de obra que requerían estas industrias se originó una afluencia de inmigrantes de otras regiones españolas que pronto se integraron en el tejido social de la comarca.

El imperio de la baquelita

El primer hito tecnológico que marcó la trayectoria de la empresa se pro- dujo a mediados de los años 20. Gracias a los contactos que Guillermo Niessen mantenía en Alemania, consiguió hacerse con la exclusiva para España de la baquelita, un material revolucionario que comenzaba a distribuirse por los países más avanzados de Europa. Descubierta en 1909 por el científico Leo Baekeland, esta fue la primera sustancia plástica totalmente sintética y pronto se utilizó a gran escala en la fabricación de una enorme variedad de artículos. Niessen inició la comercialización de este material bajo la

marca “Bakelite”. Además de obtener importantes ingresos con su venta a otras empresas, logró una gran ventaja al situarse a la vanguardia de una tecnología punta: la de la transformación de los plásticos y su aplicación al sector eléctrico. A partir de ese momento, y gracias a sus excelentes propiedades aislantes, a su dureza y su facilidad de moldeo, la baquelita se convirtió en la principal materia prima para la fabricación de toda la gama de mecanismos existente en aquel momento, como portalámparas, enchufes, interruptores y otros productos.

1937

“Bakelite” para todos los gustos y usos

El uso de la baquelita como principal materia prima introdujo profundas modificaciones en los procesos de producción de la fábrica. La sección de Plásticos incorporó nuevas máquinas en las que la sustancia se vertía en polvo en moldes calientes que se colocaban en prensas.
Tras permanecer cerradas un par de minutos se abrían y se extraían de ellas las piezas ya moldeadas, a las que luego se les retiraban las rebabas y se les efectuaba el resto de operaciones (agujeros, ranuras, etc.).
Aunque el material eléctrico era la

principal referencia del catálogo Niessen, la empresa aprovechó su gran capacidad productiva para lanzar al mercado un amplio inventario de artículos bajo la denominación “Objetos de Bakelite”. Entre ellos se incluían productos tan dispares como ceniceros, productos para el automóvil, botones para uniformes, complementos de escritorio y menaje, y hasta motivos religiosos como altares o crucifijos. Gracias a ello se pudo diversificar la oferta para abordar con éxito distintos mercados, lo que facilitó el crecimiento de la empresa.

1947

Las Series 100 y 400 marcan nuevas tendencias

Con la llegada de los años 30 la empresa vivía una etapa de gran prosperidad. Contaba ya con cerca de cien trabajadores y se mantenía a la cabeza de la carrera tecnológica con la producción de mecanismos eléctricos cada vez más fiables y eficientes. Gracias a una apuesta decidida por la investigación y el desarrollo surgió la Serie 100, el primer clásico de Niessen. Esta gama, inspirada en los avanzados artículos existentes en el mercado alemán, era un conjunto de aparatos “compactos” que podían llevar un solo mecanismo o combinar dos o tres funciones.

Otras ventajas que ofrecía es que introducía sustanciales facilidades de uso para los instaladores y aportaba a los usuarios mayor confort y tranquilidad, por su seguridad y robustez. A finales de los años 40, con la muerte de Guillermo Niessen y llegada a la gerencia de su hijo Carlos, se lanzó la Serie 400, considerada el origen de las series modulares. Gracias a su diseño robusto y eficaz, esta gama y sus posteriores variantes han tenido un larguísimo ciclo de vida, llegándose a utilizar hasta finales del siglo XX en muchas viviendas, locales e industrias.

1957

La Serie 6000, un antes y un después en el diseño

Llegados los años 50, la empresa atesoraba un amplio conocimiento multidisciplinar y, con más de 400 operarios en plantilla, era una factoría en pleno desarrollo. Con el objetivo de optimizar su capacidad productiva, Carlos Niessen contrató a la Ingeniería de Racionalización del Trabajo Bedaux, que introdujo profundos cambios en la organización, como el estudio de métodos y tiempos, nuevos sistemas de remuneración del trabajo, el cálculo de costes, el control de calidad, etc. Paralelamente se inició una primera fase de información y automatización con la instalación de las primeras máquinas CNC, así como la creación de una red de ventas propia a nivel nacional que mejoró la comercialización de la marca.

Con todo ello se consiguió aumentar el rendimiento de la fábrica y aprovechar las oportunidades que ofreció el “boom” económico e inmobiliario de la década de los 60, un periodo de prosperidad en el que Niessen lanzó nuevas series como la 6000, resultado de las primeras colaboraciones con la firma alemana Busch-Jaeger Elektro GmbH. Esta gama, junto con sus posteriores versiones, tuvo un gran éxito de mercado al ofrecer los primeros interruptores que presentaban conexiones sin tornillos, contactos de plata de alta calidad y marcos comunes en los que era posible combinar hasta cuatro mecanismos diferentes, en un formato de caja universal.

1970

La expansión de la fábrica y el traslado a Oiartzun

El desarrollo de las infraestructuras de Niessen va estrechamente asociado al propio crecimiento urbano de Rentería. La primera nave industrial en Zubitxo fue ampliándose a partir de los años 30 y poco a poco se añadieron nuevos edificios hasta convertirse en un complejo fabril de grandes dimensiones, con una nave de cuatro plantas de altura que incluía talleres, almacenes, oficinas y otras dependencias.
En la década de los 60 la factoría alcanzó su máxima expansión, completándose un anillo de edificaciones que ocupaban una

manzana entera. Un conjunto que con el paso de los años se había convertido en el corazón de la propia localidad. Fue precisamente ese desarrollo urbano alrededor de la fábrica lo que hizo imposible nuevas ampliaciones, razón por la cual, a principios de los 70, se decidió su traslado al Polígono Aranguren de Oiartzun, adquiriéndose casi 25.000 metros cuadrados de terreno para construir las nuevas instalaciones. Finalmente, la planta fue concluida en 1983 y desde entonces alberga el moderno centro de producción.

1985

Un colectivo comprometido y cualificado

Cientos de mujeres y hombres forman parte de la larga historia de una empresa que ha sido agente de estabilidad económica y progreso social para la comarca. Desde su fundación, Guillermo Niessen y sus sucesores establecieron estrechos lazos con la población local, proporcionando empleo y forjando unas relaciones basadas en el respeto que se han prolongado durante varias generaciones de trabajadores. En sus talleres se forjaron cualificados especialistas y a partir de los años 50, con la creación de la Escuela de Aprendices, una iniciativa totalmente pionera, se fomentó una óptima

formación técnica y humana de los futuros empleados, convirtiéndose en un auténtico vivero de excelentes profesionales y mandos expertos. El alto grado de compromiso alcanzado entre empleados y propietarios se ha reflejado también en la continua mejora de las condiciones laborales, en la promoción interna y en un progresivo bienestar de todos los miembros de la fábrica. Actualmente la plantilla alcanza casi las 200 personas, cuyo elevado nivel de preparación e implicación sigue siendo un factor clave del prestigio de la marca, y supone una sólida base para el crecimiento futuro.

1995

Maestros del diseño, de Puma a Millenium

Tras superar la profunda crisis que afectó gravemente a la industria durante los años 70, Niessen inició en la década siguiente un despegue caracterizado por atrevidos e innovadores diseños de producto como las series Puma, LX, Lissa o Trazo, que tuvieron una gran acogida en los mercados y marcaron el inicio de una etapa plagada de éxitos. Esta evolución basada en la innovación constante continuó a lo largo de los 90 con el lanzamiento de gamas tan reconocidas como Stylo, Arco y Olas (merecedora del premio Delta de Plata al diseño). Con estas series de empotrar, Niessen alcanzó el doctora- do en su sector gracias a la aplicación de tecnologías punteras como el diseño asistido por ordenador y a la fructífera

colaboración con los mejores diseñadores industriales del momento como Guillermo Capdevila, Josep Lluscá o Raúl Alonso. Durante los últimos años se ha continuado avanzado en esa línea de creación de productos cada vez más estéticos y eficaces, que han logrado la obtención de todos los sellos oficiales de calidad. Los resultados más sobresalientes han sido la Serie Tacto, que ha supuesto un salto cualitativo en el uso de nuevos materiales; la Serie Zenit, primera del mercado en obtener la certificación de Ecodiseño; y la Serie Millenium, que recibió en 2013 el prestigioso “Premio Red Dot Award” y que está sirviendo para dar un paso importante en los mercados internacionales.

2002

El hogar del futuro al alcance de todos

Con la llegada del nuevo milenio se han producido profundos cambios. Ante una creciente competitividad global, no sólo es fundamental ser capaz de fabricar excelentes productos, sino que es preciso abordar los mercados con una amplia gama de soluciones acordes a las nuevas necesidades de los clientes y a los rápidos avances tecnológicos.
Por otra parte Niessen ha elevado al máximo el nivel de respeto medioambiental, adoptándose el uso de procesos y materiales que tienen impacto cero sobre el entorno.
Bajo estas premisas han surgido series como Wireless, que además de

mantener un elevado compromiso con el diseño más vanguardista, incorpora nuevas funciones imprescindibles en los hogares modernos, como el sonido, los sensores o la comunicación inalámbrica. Uno de los últimos lanzamientos ha sido la solución domótica Planner, primer sistema de estas características ecodiseñado y que define el hogar del futuro gracias a una tecnología punta que permite a los usuarios interactuar con los dispositivos eléctricos de su vivienda sin necesidad de estar físicamente presente en ella, controlándola a través del manejo a distancia desde dispositivos móviles.

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