Para mitigar el cambio climático es necesaria la integración a gran escala de las energías renovables en el mix energético. Sólo será posible alcanzar todo el potencial de las energías renovables si se optimizan las conexiones de la red.
La construcción de potentes generadores eólicos en el mar, lejos de la costa, se hace por una buena razón: es allí donde el viento sopla más fuerte. Pero ¿cómo transportar la energía eléctrica a tierra, donde están los consumidores?
La tecnología de cables submarinos debe estar disponible para adaptar líneas de transporte de diferentes países, combinada con la tecnología de transporte de alta tensión en corriente continua (HVDC), que es la única adecuada para este propósito.
Cuando un país depende mucho de la energía eólica y el viento deja de soplar, ¿cómo puede entonces el sistema superar la repentina pérdida de energía?
El almacenamiento de energía será necesario para superar los periodos de baja producción. Por otra parte, deberán instalarse sistemas de transporte altamente eficientes para garantizar que el máximo posible de energía llega al consumidor.
¿Cómo será posible hacer que la gran cantidad de energía generada en las enormes centrales hidroeléctricas, situadas a miles de kilómetros de distancia de los centros de consumo, sea transportada sin perder una buena parte por el camino?
Proyectos visionarios como Desertec, que propone captar energía solar en el Sahara y transportar la electricidad generada a Europa, no se podrán llevar a cabo sin tecnologías que permitan transportar la electricidad a los consumidores de todo el continente.
La generación eléctrica a pequeña escala puede ser muy eficiente. Las cogeneraciones de pequeñas ciudades, o los paneles solares en los tejados de los edificios, son otras formas de asegurar un uso sostenible de los recursos renovables. La conexión de estas fuentes a la red puede ser necesaria para compensar las insuficiencias de la generación local, o para suministrar el exceso de generación a la red común. El gran número de estos generadores distribuidos supondrá un nuevo reto, que necesitará que el flujo de energía se produzca en los dos sentidos, para lo cual aún está por desarrollar la solución adecuada para gestionar esta situación.
Las futuras soluciones de las redes inteligentes son las que tendrán que responder a estas preguntas.