Es una red evolucionada que gestiona la demanda de electricidad de forma sostenible, fiable y económica, basada en una infraestructura avanzada, y adaptada para facilitar la integración de todos sus componentes.
Electricidad inteligente – energía eficiente para un mundo sostenible
La electricidad es la forma más versátil y más ampliamente utilizada de energía, y su demanda no deja de crecer en todo el mundo. Sin embargo, la generación de electricidad es la primera fuente de emisiones de dióxido de carbono, y por ello supone una importante contribución al cambio climático. Para mitigar estas consecuencias en el cambio climático, el sistema eléctrico actual necesita someterse a importantes cambios.
El sistema eléctrico actual se construyó hace más de cien años, y es una de las primeras infraestructuras de las que depende la sociedad moderna para su funcionamiento. Suministra energía eléctrica a los consumidores comerciales y residenciales, y atiende su demanda que no deja de crecer.
La mayor parte de la capacidad de generación actual está basada en combustibles fósiles, por lo que contribuye en buena medida al aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, con las negativas consecuencias que ello tiene para el clima y la sociedad en general.
Para satisfacer tanto la demanda creciente de energía, como la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono, necesitamos un sistema eléctrico que pueda abordar estos retos de forma sostenible, fiable y económica.
El futuro está en las redes inteligentes
Las redes inteligentes suministrarán más electricidad para atender la demanda creciente, mejorarán la fiabilidad y calidad de la generación, aumentarán la eficiencia energética y serán capaces de integrar en la red a las fuentes de bajas emisiones.
Las redes inteligentes tienen capacidad de responder a la demanda y equilibrar el consumo eléctrico con la generación, así como también tienen el potencial de integrar nuevas tecnologías de almacenamiento de electricidad, y permiten la utilización a gran escala de vehículos eléctricos.
Los sistemas eléctricos sufrirán una importante evolución, mejorando su fiabilidad y reduciendo las pérdidas, las inversiones necesarias, y los costes de mantenimiento. La red, al ser más inteligente, mejorará el control sobre los costes energéticos y será una fuente de energía más fiable para los consumidores. Los beneficios ambientales de las redes más inteligentes incluirán la disminución de los picos de demanda, la integración de más fuentes renovables, y la reducción de emisiones de CO2 y otros contaminantes.
ABB cree que las redes inteligentes son el futuro de los sistemas eléctricos, al estar diseñadas para satisfacer los cuatro principales requisitos de nuestra sociedad global: capacidad, fiabilidad, eficiencia y sostenibilidad.