La mañana del 29 de agosto de 2005, el huracán Katrina, de categoría 5, azotó la costa del Golfo de Estados Unidos. La fuerza del huracán se llevó por delante el sistema de diques de Nueva Orleans, una ciudad que, de media, se encuentra a casi dos metros por debajo del nivel del mar. Al ceder los diques, más del 80 por ciento de la ciudad quedó inundada y sumergida en escombros más de tres semanas y media.
"Los que vivieron en persona todo aquello no podrán olvidar jamás lo que pasó", afirmó Michael Yenni, presidente de la parroquia de Jefferson, uno de los mayores barrios de Nueva Orleans.
Tras el desastre, las autoridades públicas se enfrentaron a la dificultad no solo de reconstruir la ciudad, sino también de fomentar la sensación de seguridad entre los ciudadanos y garantizar que catástrofes así no volvieran a repetirse. El proyecto de cierres y bombas permanentes para canales de Nueva Orleans (PCCP: Permanent Canal Closures and Pumps) se planteó poco después para reformar los tres canales principales de drenaje y prepararlos para soportar futuras tormentas potencialmente devastadoras. ABB, líder en la fabricación de motores y engranajes, ha proporcionado la tecnología necesaria para materializar el proyecto.
Tres enormes estaciones de bombeo, ya in situ, ubicadas en la boca de los canales de la calle 17, la avenida Orleans y la avenida Londres, presentan motorreductores verticales (VGM) de ABB que accionan las enormes bombas suministradas por Patterson Pump Co. Estas impresionantes bombas pueden transferir unos 42 millones de litros por minuto, suficiente para vaciar una piscina olímpica en menos de cuatros segundos. Si se produjera una marejada ciclónica, en una situación de emergencia la estación de bombeo podrá mover rápidamente el agua del sistema de canales que atraviesa Nueva Orleans y evacuarla al lago.
ABB ha instalado 17 VGM (7 con una potencia de 2.500 y 10 con una potencia de 5.000 cv) que se encuentran repartidos en las tres estaciones de bombeo. Los VGM son perfectos para bombear; su tamaño más pequeño reduce la huella ecológica y, al mismo tiempo, aporta las ventajas del factor de potencia y la eficacia de un motor con pocos polos, además de una mayor fiabilidad.
Por otro lado, ABB ha suministrado convertidores de frecuencia de media tensión: siete ACS1000i y diez ACS5000i, incorporados en cada motor, lo que posibilita el arranque en frío de los motores cuando las bombas tienen que empezar a funcionar de repente.
"Haber podido combinar todo esto en una solución que ofrece las ventajas y los requisitos necesarios en materia de peso y huella ecológica", nos llena de satisfacción, afirmó Patrick Standley, Business Development Manager de ABB Motors and Generators. "Me siento orgulloso de poder facilitar una solución fiable que ayude a evitar futuras inundaciones en la ciudad. ABB no está ofreciendo una simple solución; está ayudando a proteger a toda una comunidad".
"Nuestros hogares están en una cuenca y la única manera de vivir en ella es poder drenarla", declaró Yenni, presidenta de Jefferson. Los responsables públicos de drenaje en la parroquia usan un sistema de control de supervisión y adquisición de datos (SCADA), facilitado por ABB, para pronosticar cuánto va a llover en ciertas zonas y a qué nivel están funcionando las bombas de la parroquia. Así, las autoridades pueden hacerse una idea más precisa del posible impacto de la tormenta y avisar a la población sobre los peligros, como la caída de árboles o de tendido eléctrico.
Aunque el huracán Katrina devastó Nueva Orleans, no mermó el espíritu de sus habitantes, que tomaron la firme decisión de devolver la ciudad a su estado original. La tecnología de ABB está ayudando a lograrlo. "Actualmente, Nueva Orleans cuenta con un sistema de protección de vanguardia. El hecho de que ahora seamos capaces de hacer algo que en 2005 no podíamos, nos hace sentir mucho mejor", afirmó Yenni.