Durante la pandemia por el nuevo coronavirus, la primera línea del Grupo ABB la constituye su personal de servicios. Ellos son quienes deben estar disponibles para salir de sus hogares e ir a terreno para reparar equipos críticos para las instalaciones de los clientes de la empresa, ya sean industrias o, con mayor razón, centros asistenciales, como fue el caso de Médica Uruguaya, todo esto sin descuidar su propia salud y seguridad.
“Tuve que intervenir al variador de frecuencia en dos oportunidades: la primera por una falla en la tarjeta de interface y luego por una falla por cortocircuito que requirió extraer el módulo del interior del compresor, realizar un despiece mayor para identificar los componentes averiados, reemplazarlos, rearmar, reinsertar el módulo y realizar las pruebas correspondientes antes de dejarlo en funcionamiento“, explicó Miguel Fuentes, Ingeniero de Servicios de ABB en Uruguay, responsable por la ejecución de este trabajo.
Para llevarlo adelante, Miguel siguió un estricto protocolo de seguridad que contempló el uso de mascarilla y guantes de nitrilo debajo de los guantes de trabajo (como medida adicional). No se los quitó hasta regresar a su camioneta y luego los desechó, al llegar a su casa se duchó, separó su uniforme y lo lavó. Todo esto como medida precautoria.
Para José Fayos, Gerente de Mantenimiento del Sanatorio, el servicio fue impecable, cumpliendo con el profesionalismo y la celeridad que la situación requería considerando que se trataba de un equipo con el más alto nivel de criticidad, pues forma parte de la cadena que suministra el aire comprimido al sanatorio.