Los teleféricos de Männlichen y Eiger Express llevan a los esquiadores y turistas a su destino en mucho menos tiempo que antes. Con el teleférico de Männlichen el tiempo hasta las pistas de esquí y rutas de senderismo se reduce de 30 minutos a solo 19. El Eiger Express recorre el trayecto al glaciar Eiger en solo 15 minutos. Los dos teleféricos superan los seis kilómetros de longitud y salen de una nueva terminal situada en Grindelwald, que ofrece un enlace directo con el ferrocarril. Los visitantes que llegan en tren y cambian al Eiger Express puede ahorrarse hasta 47 minutos en el tiempo total de viaje.
"Para nuestro cliente final, Jungfrau Railways, la prioridad de los teleféricos es lograr una disponibilidad y fiabilidad máximas. Decidimos usar convertidores y motores de ABB porque sabemos que son productos de calidad y ABB es un socio de confianza", comenta Raphael Reinle, gestor de proyectos en Garaventa AG, la unidad suiza del grupo Doppelmayr/Garaventa que fabricó los teleféricos. Frey AG Stans, una filial del grupo, fue la empresa responsable de ejecutar el control eléctrico e integrar la solución de convertidores de ABB.
Seguridad, fiabilidad y eficiencia gracias a su diseño
El teleférico de Männlichen emplea dos motores de 800 kW mientras que de la propulsión del Eiger Express se encargan cuatro motores de 500 kW, controlados todos ellos por seis convertidores regenerativos. Con el fin de aumentar la seguridad y la fiabilidad, Eiger Express cuenta con un sistema de motor tándem doble con cuatro motores acoplados en una sola caja de engranajes. Un sistema de reparto de carga con funcionalidad de maestro/esclavo garantiza que todos los motores se sometan a la misma carga. Eiger Express puede funcionar a plena capacidad con tres motores si fuera necesario.
Los convertidores regenerativos de ABB también se emplean para acelerar y frenar las cabinas en las estaciones de la montaña y del valle. La acción regenerativa hace que los motores funcionen como generadores al frenar. La energía recuperada se realimenta a la red, con lo que aumenta la eficiencia energética total del sistema. Se recuperan unos 2,5 kWh de energía durante cada ciclo completo de las 44 cabinas del Eiger Express. Como es obvio, este ahorro de energía contribuye a reducir la factura de luz y las emisiones de dióxido de carbono.
Los viajeros que llegan a la cima del Eiger Express continúan su espectacular recorrido con el ferrocarril de Jungfrau hasta llegar a «Top of Europe», la estación de tren situada a más altura de Europa, a 3454 metros sobre el nivel del mar. Los trenes están equipados con la tecnología de tracción de ABB compacta y energéticamente eficiente, lo que permite que la energía se recupere durante la frenada y se realimente en la red ferroviaria. Tres trayectos de descenso generan suficiente energía para alimentar un recorrido de ascenso. Con los sistemas de frenado convencional, esta energía simplemente se perdería en forma de calor.
"ABB tiene una conexión muy especial con el ferrocarril de Jungfrau", explica Aleksandar Velimirovic, ingeniero de ventas de cuentas clave, ABB Switzerland. "Brown, Boveri & Co, empresa precursora de ABB, electrificó el ferrocarril original cuando se completó a principios del siglo XX. Ahora, más de 100 años después, nuestra tecnología sigue energizando la línea, ayuda a alimentar a los trenes y aumenta la eficiencia. Estamos orgullosos de nuestra larga relación con el ferrocarril y, ahora, con el increíble teleférico en V".
Impacto positivo en la economía local
V-Bahn (teleférico en V) es el nombre del proyecto completo que incluye inversiones recientes en los teleféricos de Männlichen y Eiger Express, la terminal de Grindelwald y nuevo material rodante para el Jungfrau y otros dos ferrocarriles locales. La construcción comenzó a mediados de 2018 y concluyó a finales de 2020, con un coste total de 470 millones de francos suizos (499 millones de dólares).
Con esta inversión, los visitantes ganan en comodidad y practicidad, además de que pueden disfrutar de viajes y tiempos de espera más cortos. Además, hará que la zona de Grindelwald sea todavía más atractiva, con lo que aumentará el número de visitantes, mejorará la economía local y contribuirá a la creación de puestos de trabajo. Estos efectos positivos asegurarán que la región del Jungfrau mantenga su posición en la cúspide de los destinos turísticos de Europa.