Transporte marítimo autónomo

Transporte marítimo autónomo

A medida que el sector naviero se prepara para un futuro de buques inteligentes y cada vez más automatizados, ABB Review analiza qué significa y qué no significa el transporte marítimo autónomo.

Se espera que las soluciones autónomas transformen el transporte marítimo internacional en las próximas décadas, consiguiendo operaciones diarias más seguras, eficientes y productivas para las tripulaciones, independientemente de dónde se encuentren. Pero, ¿qué significa realmente el término «transporte autónomo»?

Autónomo, pero no sin tripulación

Quizá el aspecto más importante sea que, en un futuro próximo, los buques que naveguen solos seguirán siendo un espejismo más que una realidad: un buque autónomo no significa un buque sin tripulación.

La navegación autónoma está llamada a revolucionar la industria marítima no por sustituir a los seres humanos a bordo de las embarcaciones, sino por aumentar sus capacidades cognitivas para incrementar el potencial de los operadores de los buques.

A modo de ejemplo, se considera que el oficial de guardia es el que se enfrenta a los problemas, siendo responsable de garantizar la navegación segura del buque mientras vigila desde el puente. Este oficial no solo debe lidiar con turnos de trabajo y ratos de cansancio y aburrimiento, sino también con fenómenos en el puente durante los cuales la visibilidad puede verse afectada por oscuridad, niebla o mal tiempo. En estos casos, los sistemas autónomos que complementan el radar del buque, que incluyen cámaras y sensores, podrían mejorar significativamente el conocimiento de la situación, facilitando el trabajo, reduciendo el estrés y la tensión y mejorando la seguridad.

Las tecnologías ya existen, ahora se necesita normativa

A día de hoy ya hay disponibles tecnologías para la navegación autónoma para casi cualquier tipo de buque. Por ejemplo, ABB Ability™ Marine Pilot Control, un sistema inteligente de maniobra y control de nueva generación, está diseñado para optimizar la capacidad de respuesta, la eficiencia y la seguridad del buque a lo largo de todo el perfil operativo. El sistema permite el despliegue de un control con joystick para maniobrar en todo momento, incluso durante el atraque. Simplifica la maniobra del buque reduciendo la carga de trabajo al automatizar ciertas tareas de navegación y permite a los oficiales de puente concentrarse en el control general y la posición del buque.

Lo que sigue faltando, sin embargo, es un marco normativo tanto a nivel internacional, a través de la Organización Marítima Internacional (OMI), como para las aplicaciones locales, por parte de las autoridades regionales. ABB está colaborando estrechamente con organizaciones clave del sector y responsables políticos para promover la definición de estos marcos normativos. 

Es fundamental que en el sector se llegue a un acuerdo sobre las definiciones y que se establezca un marco normativo sólido que respalde el ritmo del desarrollo tecnológico.

Hacia un transporte marítimo autónomo, pero paso a paso

La creación de un transporte marítimo autónomo implica empezar con algo sencillo e ir subiendo en la escala paso a paso, para verificar que cada capa tecnológica funciona antes de abordar el siguiente nivel. Como se indica en el libro blanco B0 de ABB, un puente no vigilado, bajo determinadas condiciones y de manera periódica, permitiría a la tripulación gestionar sus horas de trabajo de otra manera en aguas libres.

Hacia un transporte marítimo autónomo, pero paso a pasoLa creación de un transporte marítimo autónomo implica empezar con algo sencillo e ir subiendo en la escala paso a paso, para verificar que cada capa tecnológica funciona antes de abordar el siguiente nivel. Como se indica en el libro blanco B0 de ABB, un puente no vigilado, bajo determinadas condiciones y de manera periódica, permitiría a la tripulación gestionar sus horas de trabajo de otra manera en aguas libres.

Si existiera una normativa adecuada, los sistemas autónomos tripulados podrían utilizarse en operaciones tanto costeras como en aguas profundas. Mientras tanto, los remolcadores y buques de servicio podrían funcionar con asistencia remota desde el puerto, igual que el control del tráfico aéreo. Además los buques totalmente autónomos podrían realizar desplazamientos de carga de corto recorrido o cruces de ferris entre dos puntos fijos.

El panorama del futuro

La próxima generación de buques será eléctrica, digital y conectada, a medida que la industria avanza hacia nuevas fuentes de energía y operaciones navales cada vez más autónomas. Con el tiempo, las tareas a bordo cambiarán, pero la tripulación y el capitán seguirán teniendo funciones cruciales y trabajarán mano a mano con la tecnología. Los buques a prueba de futuro se construirán sobre la base de la digitalización y transformarán eficazmente la industria con operaciones verdaderamente colaborativas y automatizadas.

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