Los aldeanos de la zona de Sundarbans en Bengala Occidental pueden ahora recargar o cambiar sus baterías por una cantidad mínima en la estación de carga de baterías situada en un punto central. Un controlador de la estación de carga mantiene un registro detallado de todos los cambios de baterías y se factura mensualmente a los usuarios. Más de 50 viviendas y 13 tiendas locales han conseguido hasta ahora acceso a la electricidad.
Un factor clave del proyecto era dar autonomía a las mujeres de la zona. Un consejo de siete miembros, constituido para dirigir el proyecto y recaudar los pagos mensuales, incluye cinco mujeres. Anteriormente, la mayoría de estas mujeres no sabían leer ni escribir y no habían visto jamás un banco. Gracias al proyecto han aprendido a conocer y entender el funcionamiento de las instituciones financieras y los mecanismos de ahorro, lo que les ayuda a ser más autosuficientes.
El suministro eléctrico recargable permite que las tiendas permanezcan abiertas hasta más tarde, que se puedan dar clases nocturnas y que la gente pueda usar teléfonos, televisores y otros aparatos eléctricos. La energía eléctrica evita los efectos negativos sobre la salud de los humos del queroseno y evita la emisión de entre cinco y diez toneladas de carbono al año.
Minati Aulia, el propietario de un pequeño negocio de confección de ropa, ha notado ya los efectos positivos del proyecto, tanto profesional como personalmente. "Mi hija de ocho años tiene más tiempo para estudiar por la noche sin el riesgo de inhalar humos de queroseno. Yo también utilizo este sistema para cargar mi teléfono móvil y la linterna, para hacer funcionar un pequeño ventilador y para alimentar un equipo de música y radio en casa. Ya no dependo de la disponibilidad de queroseno en el mercado local."
Otra ventaja más: el alumbrado de la aldea disuade a los tigres de salir de los manglares cercanos a las zonas habitadas.