Mehran Sugar Mills, situada a unos 250 kilómetros de Karachi en el sur de Pakistán, es una de las azucareras más antiguas y más importantes del país. Cada año, la fábrica muele más de 1,5 millones de toneladas de caña para producir Chashnik, la famosa marca de azúcar granulada. Sin embargo, hace unos años empezó a experimentar problemas con paradas en los procesos que estaban generando pérdidas de producción de $4000 por cada hora. El problema radicaba en el controlador lógico programable, PLC, que controla el funcionamiento de una de las seis centrifugas de azúcar de la fábrica.
El centrifugado es una fase clave del proceso de refinado, en la que el jarabe resultado de las fases de molienda, evaporación y cristalización gira a velocidades que rondan las 1000 RPM. Todo ello obliga al líquido a librarse de los cristales de azúcar. Este importante tiempo de inactividad provocado por el PLC defectuoso era motivo de preocupación, ya que la temporada de cosecha de la caña de azúcar sólo dura cinco meses al año, de noviembre a marzo.
«La temporada del azúcar en Pakistán es corta, de modo que las azucareras exigen los niveles más elevados de disponibilidad y fiabilidad», explica Muhammad Kazim, líder de proyecto de ABB para el proyecto de modernización del PLC de la centrifuga de azúcar de Mehran Sugar Mills. «Las empresas que se dedican al procesamiento de azúcar solo pueden operar unos 130 días al año, por lo que no pueden permitirse una sola hora de inactividad durante la temporada de cosecha».