Los peligros de las explosiones de polvo en las plantas de alimentos y bebidas se han publicitado muy bien, sin embargo, aún ocurren accidentes devastadores con demasiada frecuencia. Casi la cuarta parte de todas las explosiones de polvo industriales reportadas ocurren en la industria de alimentos y bebidas. Por ejemplo, a principios de 2008, una explosión de polvo de azúcar en la planta de Imperial Sugar Company en Georgia, Estados Unidos, provocó la muerte de 14 personas y dejó a otras 38 heridas.
¿Qué causa las explosiones de polvo? ¿Y qué se puede hacer para reducir los riesgos? Muchos alimentos comunes como granos y harina, azúcar, almidón y cacao en polvo son altamente combustibles cuando tienen forma de polvo fino. En las condiciones adecuadas, una superficie caliente o chispa puede ser suficiente para encender el polvo y provocar una explosión. En total, se requieren cinco factores para que ocurra una explosión de polvo:
- presencia de polvo combustible
- dispersión de partículas de polvo en el aire
- confinamiento (por ejemplo, un envolvente o estructura cerrada)
- oxígeno para alimentar el fuego
- fuente de ignición (como una superficie caliente o chispa)
El último factor en la lista afecta a los equipos eléctricos como motores. El equipo con certificación a prueba de ignición de polvo no proporcionará una fuente de ignición; no causará una explosión de polvo, incluso si todos los otros factores están presentes.
Los motores certificados a prueba de ignición de polvo están diseñados para que el polvo no pueda ingresar al envolvente del motor y, por lo tanto, no pueda entrar en contacto con las superficies calientes del interior. Esto se logra mediante el uso de precintos y juntas especiales. Al mismo tiempo, el motor está diseñado para que la temperatura de la superficie externa no exceda la clase de temperatura del motor en condiciones normales de funcionamiento.
Los motores a prueba de ignición de polvo que suministramos cuentan con certificación de acuerdo con las normas ATEX e IECEx, además, muchos otros certificados locales están disponibles. El hecho de que estos motores cuenten con certificación a prueba de ignición de polvo específicamente es un punto importante. Hemos oído hablar de plantas que han instalado erróneamente motores con un tipo incorrecto de certificación, como motores antideflagrantes destinados a la industria del petróleo y el gas, en áreas con riesgo de polvo. Esta es una práctica peligrosa, ya que los motores que no tienen certificación a prueba de ignición de polvo no proporcionan protección suficiente contra explosiones de polvo.
Ofrecemos una gama completa de motores a prueba de ignición de polvo en estructuras de hierro fundido y aluminio. Una ventaja importante de los motores de aluminio es que tienen una superficie muy lisa que evita la acumulación de polvo en el motor. Esto hace que los motores sean fáciles de limpiar, lo cual mejora la seguridad y reduce los costos de limpieza. Estos motores también son más fáciles de montar porque tienen una estructura liviana y un espacio más pequeño. Se complementan con motores de estructura de hierro fundido que pueden brindar mayor potencia y ofrecer soluciones adicionales de velocidad y diseño. Tanto los motores con certificación de ignición de polvo de aluminio como los de hierro fundido están disponibles en las clases de eficiencia IE2 e IE3.
Invertir en seguridad y tranquilidad no tiene por qué ser costoso, ya que los motores certificados solo cuestan un poco más que los motores normales. Además, si la actualización a motores a prueba de ignición de polvo significa obtener una clase de mayor eficiencia, entonces el ahorro en costos de energía podrían hacer que el tiempo de retorno sea muy corto.
En ABB tenemos una larga trayectoria en ayudar a los clientes de la industria del petróleo y el gas a cumplir con rigurosos requisitos de seguridad para sus motores y generadores. La instalación de equipos más seguros ha ayudado a realizar una gran reducción en el número de explosiones en esa industria. Esperamos que podamos hacer nuestra parte para lograr una mejora similar en el historial de seguridad de las industrias de alimentos y bebidas. ¡Pongamos la seguridad primero!
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