En ABB podemos competir en muchos ámbitos, pero ninguno de ellos tiene sentido para nuestros clientes si no están basados en la calidad. La responsabilidad de la calidad reside en cada persona, cada negocio, y cada lugar en el que ABB esté presente.
Por tanto, la calidad es nuestro compromiso, no sólo ante los clientes sino también ante empleados y otros públicos de interés. Diferentes políticas de calidad certificadas garantizan los principios con los que desarrollamos nuestras actividades.