En los próximos 20 años se espera un crecimiento de las ciudades, especialmente en los países en desarrollo, de alrededor de 1,500 millones de personas.
Esto supone una presión añadida sobre las infraestructuras, que deben soportar a muchas más personas con los consumos añadidos consiguientes, y sin aumentar el impacto medioambiental.
Por ello, las industrias y los edificios comerciales y residenciales, tales como hospitales, escuelas, oficinas, y centros comerciales, deben ser lo más eficientes posible en el consumo de los recursos.
Se trata de un reto difícil para los edificios más antiguos e ineficientes, y también para los modernos edificios en los que los equipos de aire acondicionado y de iluminación son más intensivos en energía. Los edificios actuales consumen alrededor del 40 por ciento de la energía en la mayoría de los países. Las tecnologías de ABB pueden contribuir a medir y supervisar el consumo de energía, a automatizar los edificios, controlar el alumbrado, y mejorar la eficiencia energética de la calefacción y la ventilación, con lo que se puede reducir el consumo energético hasta un 60 por ciento.