Pruebas de demostración de fiabilidad (RDT)
El objetivo de las pruebas RDT es confirmar que la vida útil esperada del producto cumple o supera lo previsto y, generalmente, se llevan a cabo como parte del trabajo de I+D.
Los factores que hay que conocer o determinar para diseñar las pruebas ALT/RDT son la fiabilidad esperada del producto al final de su vida útil, el perfil de misión durante su vida útil, el nivel de confianza requerido y los niveles de estrés permitidos que se han identificado en las pruebas HALT.
Las pruebas exponen al producto al estrés al que se verá sometido durante toda su vida útil. La fuente de estrés más común de los convertidores son la temperatura y los ciclos de temperatura. Para reducir el tiempo necesario para las pruebas, se utilizan niveles de estrés que superan las condiciones de funcionamiento especificadas.
Dependiendo del nivel de confianza requerido y de los niveles de fiabilidad esperados, normalmente se necesitan entre 7 y 20 muestras para realizar las pruebas RDT. El producto puede lanzarse al mercado después de pasar las pruebas RDT, pero aun así, tras el lanzamiento también se realizan las pruebas ALT. Estas pruebas de seguimiento confirman la validez del modelo y pueden ser una buena oportunidad para reducir el coste total del ciclo de vida si la vida útil que se ha determinado en las pruebas es demasiado larga.
En ABB, los convertidores completos pueden someterse a pruebas RDT en un contenedor de fiabilidad especial donde se exponen a niveles de estrés drásticos. Se utilizan varios modelos de fiabilidad para determinar el tiempo de prueba que se corresponde al estrés al que se verá sometido el convertidor durante toda su vida útil. Normalmente, 10 años de vida útil pueden probarse en tan solo unos pocos meses.
Prueba de vida acelerada (ALT)
Las pruebas ALT sirven para determinar la vida útil esperada del producto. Son muy similares a las pruebas RDT, salvo que aquí se utilizan varios niveles de estrés y se realizan hasta que el producto falle.
La diferencia entre la prueba RDT y la prueba ALT es que, al final de la prueba RDT, no sabemos cuál es la vida útil esperada real de las unidades, porque se supone que no deben fallar. Solo sabemos que duran x años o más. Las pruebas ALT sí que nos dan una estimación de la vida útil real. En las pruebas RDT, además, se asumen ciertos modelos de fallo y constantes del material. Las pruebas ALT, en cambio, nos indican el modelo y las constantes del material.
Las pruebas ALT suelen requerir entre 7 y 60 muestras, dependiendo de los niveles de confianza y fiabilidad esperados. Con frecuencia, se necesitan tamaños de muestras grandes y un tiempo de prueba importante, especialmente si no se conoce la energía de activación u otros coeficientes que utiliza el modelo.