El transporte desempeña un papel crucial en las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2), siendo responsable de casi el 24% del total. De este porcentaje, más del 75% proviene del transporte por carretera, que abarca vehículos como automóviles, camiones y motocicletas. Es relevante señalar que los automóviles en particular contribuyen significativamente, representando el 60% de las emisiones mundiales asociadas al transporte por carretera.