La visita a Chile de la directora de la división de Diversidad, Equidad e Inclusión de la empresa suiza ABB, Heidi Robertson, deja un poderoso mensaje: la atracción de talentos diversos y el impulso de una cultura igualitaria e inclusiva donde todos los trabajadores puedan sentirse aceptados como son, sin necesidad de ocultar aspectos personales e integrando temas como género, edad, maternidad-paternidad, sexualidad, etnia o capacidades diferentes, entre otros.
Heidi Robertson lleva 15 años liderando políticas de diversidad, inclusión y equidad en la multinacional tecnológica ABB y visitó Chile para ver los avances en esta área dónde se han puesto en práctica políticas pioneras, que se han traducido en reconocimientos, premios y sellos de calidad.
“Tenemos un objetivo y un foco muy claro para 2030 con la inclusión de todas las dimensiones que implican la diversidad como son género, LGBTQ+, generaciones, habilidades y también diversidad de pensamiento. Para 2030 queremos conseguir un lugar de trabajo donde quepamos todos y dónde cada individuo pueda prosperar y sienta que pertenece”, explica Robertson, que entiende la diversidad como un factor “crucial” para la innovación, el desarrollo del negocio y la productividad dentro de la empresa.
“Creemos que potenciar la diversidad y la inclusión es una responsabilidad colectiva, no podemos ser inclusivos verdaderamente solo con una agenda desde la gerencia, tiene que ser algo que todo el mundo haga suyo, que venga del corazón”, señala Robertson que explica que esta cultura inclusiva -que también incluye flexibilidad laboral para trabajar desde casa- es una de las principales razones atribuibles a la escasa rotación de personal de la empresa.
“Las prácticas de trabajo flexible han ayudado mucho a atraer talento variado y retenerlo, todos tenemos distintas fases en la vida, cuando somos padres, tenemos que cuidar de nuestros padres u otros momentos en que necesitamos más flexibilidad”, explica.
Así, por ejemplo, desde 2021 existe una política de licencia de maternidad-paternidad inclusiva que es neutra respecto a género y también independiente de si se trata de un nacimiento natural de los hijos o de una adopción, entre muchas otras modalidades. También se plantean el ser equitativos e inclusivos en todos los beneficios de la empresa, seguros o, incluso, políticas de viaje.
“Esa revisión fue muy importante de hacer para nosotros, preguntarnos si tratamos a todo el mundo de una forma justa, independientemente de con quién están casados o a quienes aman”, apunta la directiva.
“Queremos un entorno en donde puedes ser tú mismo, tener una sensación de pertenencia en donde se te respeta por quién eres. Los empleados vienen a los eventos de la empresa con sus parejas y no tienen que esconderse o mentir. Las personas han tenido que mentir u ocultar temas sobre su vida personal durante décadas en sus trabajos. No queremos eso, queremos ser ese lugar donde las personas puede mostrarse tal cuál son y sentirse orgullosos”, afirma.
¿Cómo se transforma en inclusiva e igualitaria a una compañía que tiene oficinas en más de 100 países y más de 110.000 empleados?
El enfoque es multisectorial y abarca distintas facetas, explica la ejecutiva. “Hemos formado y entrenado a prácticamente todos nuestros gerentes en detectar prejuicios inconscientes y convertirse en líderes inclusivos. Todos tenemos prejuicios y estereotipos”, recuerda. “Hay mucho foco en talento precoz, pero no olvidemos tampoco que también hay gente mayor muy valiosa”, explica, afirmando que en uno de los procesos se acaba de seleccionar a una persona de 60 años para una posición, “esa persona no pensó que iba a ser seleccionada, pero todo el mundo lo ama”, afirma.
Aunque también la compañía respeta la diversidad de los países donde está instalada y el ritmo de cada uno de ellos, de cada legislación local para aceptar cambios. “Hay que tener una mente abierta y entender que lo mismo no funciona para todos, todos tenemos que respetar las diferencias”, afirma, promoviendo una cultura de escucha y diálogo.
Robertson está especialmente feliz de ver el progreso de la oficina chilena que ya conoció personalmente en 2021. “Ver todo lo que se ha conseguido en términos de certificaciones y mucho más allá es maravilloso”, dice. De hecho, el grupo ABB concedió un premio interno a Chile por su extraordinario trabajo en crear concienciación, apertura y diálogo, destaca Robertson. “Hay grandes prácticas de inclusión en muchos lugares dentro de la compañía, pero Chile en mi experiencia ha dado un gran salto y llegar aquí y poder sentirlo es increíble “, afirma.
Mientras la compañía no deja de trabajar en todos los ámbitos, desde políticas concretas hasta temas como la redacción de sus anuncios a la hora de buscar nuevos talentos, cuidar el panel de entrevistadores -que no sean todos del mismo género, edad o procedencia- o la diversidad de personas que toman la decisión de emplear a alguien. “No nos desanimemos por el trabajo que aún queda por hacer, animémonos por la influencia que podemos ejercer cada uno de nosotros, cada día “, concluye con fuerza.
Nuestra cultura la hacen cada uno de nuestros 110.000 empleados colectivamente y es nuestra responsabilidad y la de cada uno de ellos. La contribución de cada uno es importante y marca una diferencia“ , finaliza.
En 2021 la empresa firmó un acuerdo, de forma telemática, con el entonces Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y obtuvo el Sello de Igualdad de Convivencia Laboral, en junio de este año obtuvo la certificación como la mejor empresa para trabajar en talento diverso otorgado por Pride Connection y la calificación más alta en el Índice de Equidad que entrega la Fundación Iguales. En julio ABB Chile recibió el premio “Champions of Diversity” en la división de Latam Inclusive Tech Award de Laboratoria. Y en agosto lanzaron la Política de Inclusión con Enfoque en Discapacidad, mientras se mantiene el objetivo global de lograr para 2030 duplicar el número de mujeres en puestos directivos. |